jueves, junio 4

¡Quiero volver a ser peque!

Aaay, q tiempos!! aquellos en lo que lo mas te podía preocupar, por decir algo, era no perder la parte de abajo del bikini en la playa, que el castillo que has hecho con tus manitas no sea derribado por una ola enorme o que tu padre no te pillara comiendo arena, juas, juas...

El otro día estaba con mi quebradero de cabeza anual q es la declaración de la Renta... y pensaba, qué maravilla ser niño, ajeno a todo lo que conlleva crecer y adquirir responsabilidades...

Es esa inocencia, esa enajenación, esa libertad que sólo te da la infancia la que te hace ser auténtico, por que entonces mas que nunca, eres tú mismo, sin influencias. Después vamos creciendo y somos una interacción con personas y nuestro carácter se va formando en un espacio y en un tiempo. Una ciudad, una lengua, una época marcan ese desarrollo básico. Eres tú pero también tus padres, tus hermanos, tus amigos...

Mis influencias primigenias fueron las cintas de Arévalo y de Rocío Jurado que mi padre nos enchufaba en los largos viajes al pueblo. Recuerdo apoyar mi cabecita en la ventana del coche mientras me quedaba enfrascada viendo el paisaje que no era mas que campos amarillos de trigos una y otra vez. Mientras mi hermano César preguntaba, aburrido, por decimoctava vez a mi padre que cuanto quedaba para llegar y Óscar ni se movía encajado entre los dos asientos de delante observando concentrado la carretera, yo enredaba mis pensamientos con aquellos campos de trigo, con el cielo azul claro, con el olorcaracterístico a verano recien estrenado.

Recuerdo una infancia feliz jugando (y peleándome también) con mis hermanos a los coches, a las chapas, cazando ranas en el pueblo... las muñecas las tenía en las estanterías. De vez en cuando jugaba con ellas, a solas, por que mis hermanos las descabezaban... es lo que tiene tener hermanos asilvestrados XDDD

En fin, quien volviera a ser niño... :)

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