viernes, octubre 29

Los Ojos de Julia

Las pelis de miedo me dan miedo. He ahí una gran obviedad. Pero también he de decir que me atraen. Necesito seguir la trayectoria de ese cuchillo aunque sepa que va a acabar clavado en alguien y voy a ver cositas que se quedarán como una calcamonía en esta cabecita mía que es bastante sugestionable.

Los Ojos de Julia la catalogo de película de suspense aunque yo me haya jiñado viva. Esa es la verdad. Es una cinta cuajada de sustos, de sobresaltos, de giros inesperados que te hacen saltar de la butaca y cagarte en el director.

También he de decir que Belén Rueda no es una actriz que me apasione, pero en los thriller que ha participado está espectacular, la verdad. La recuerdo en el Orfanato, y chapó, me gustó muchísimo su interpretación.

Qué decir de ese pedazo de actor que es Lluis Homar, que todo lo que toca lo convierte en oro. En una suerte de Rey Midas de la interpretación, borda en papel de esposo amantísimo y sufridito.

Pero vayamos al argumento: Julia tiene una hermana gemela, Sara (más castaña y con unos ojos que acojonan) que aparece muerta en su casa, ahorcada. Julia no se acaba de creer lo que parece el suicidio de su hermana, por más que la digan que la enfermedad degenerativa de la vista la condenó a la soga. Julia padece la misma enfermedad, y por cada crisis que sufre, pierde un 20% de visión.

Julia ve indicios raros alrededor de la muerte de Sara (y qué indicios, Virgen del abrigo de pana...) y a base de pistas, sustos, sombras, persecuciones y testimonios empieza a desenmarañar un ovillo en el que estaba atrapada su hermana.

Conforme pasa la película, Julia ve peor, por que claro, entre tanto sustazo que le sale el corazón por la boca (junto con el mío, que reverbera en cada fotograma), va perdiendo visión hasta que prácticamente queda atrapada en un mundo de sombras al que le cuesta acostumbrarse (a quien no...). Y como una perfecta, pero rubia, Audry Hepburn en "Sola en la Oscuridad", lucha con uñas y dientes contra ese ser que le atormenta, que el espectador se debate entre varios de los personajes, aunque yo tuve perfectamente claro quien era. Ojo que no creo que fuera difícil, por que que el director regala una pedazo de pista del tamaño del culo de Falete: no te muestra nunca la cara de un personaje clave. ¿por qué? eso mosquea... Y como una anda con el alma en vilo, con los ojos como platos, loca perdía, comulgando de forma fehaciente con la cieguita, desconfía de todo lo que rodea a la rubia y esbelta sufridora.

Si pensáis que es una peli solo de sustos, os equivocáis. Hay carnaza, sangre, vísceras y hasta un pinchazo de una aguja en un ojo. ¿Necesario? particularmente creo que no. No hace falta dotar de casquería a un desarrollo que se sostiene de maravilla con sustos y giros bruscos de guión. Pero ahí están, mostrando lo malo malísimo que es el malo, al más puro estilo de un coleccionista de cieguitas en peligro...

Personalmente me ha gustado, aunque lo haya pasado francamente mal. El final se me hizo largo, no por aburrimiento, si no ¡¡por que necesitaba que acabara aquella tortura!!! y es que una también sufre mucho... ains!

Lo peor fue volver a casa sola, a las 12 de la noche y dormir también sola. Encender todas la luces, poner a Buenafuente y mirar debajo de la cama antes de acostarme... aaains, q mieditooor!!

Come Back, baby!!

martes, octubre 5

¿Qué necesidad tendré yo...?


La noche del sábado tuvo sabor a estreno y a risas. También a nervios y a paladar seco. A mariposas en el estómago y a felicidad plena.

La noche del sábado junté a mi gente en una pequeña sala de ensayo para contarles mis idas de ollas y entendieran de una vez que estoy para que me pongan la camisa de fuerza ;P

La noche del sábado fui consciente de lo que quiero a mi gente y de lo querida y arropada que me siento por ellos.
Convirtieron mis nervios en adrenalina y sentí flotar mientras mis palabras brotaban atropelladas de mi garganta y mis brazos se movían sin parar.

Por ello, y a riesgo de ser cansina, una vez más, Gracias! Por estar ahí en mi noche de estreno ;)
Y en este punto me pregunto yo, ¿qué necesidad tendré yo de haber hecho un monólogo cuando una no tiene ni puñetera idea de actuar, de interpretar y habla más rápido que el narrador de los Micromachine?? eh? eh? Pues ya te digo yo, que necesidad ninguna.

El destino me puso en bandeja una oportunidad a lo que yo me dije "Why not?". No lo busqué y me vino, hecho que interpreto como camino trazado por el destino de forma azarosa y curiosa.

Cuando salí al escenario os juro que las piernas me flaqueaban y toda la saliva desapareció de golpe. Y es que todos juntos ahí sentadicos, mirándome... buff... os prometo que impresiona!

No se cuanto pudo ser estos momentos de voz temblorosa, nervios agazapados en la garganta y en la boca del estómago. Tal vez segundos que me parecieron pesados minutos.

Y de repente, después de arrancaros la primera risa, los nervios se fueron corriendo y que me quedé yo sola en el escenario, os miré, y vuestra sonrisa me hizo fuerte. Segura. Y seca (la boca). Vamos, como si llevara una compresa Evax que me otorgara this power ;P.

En fin, amigos, gracias, y como dice la canción, Nos dijimos adiós, ojalá que volvamos a vernos :)

¿Qué necesidad tendré yo...? from Susana Sánchez Yagüe on Vimeo.