Por más que le llame, le pida, me mira lánguida y resentida, desde el rincón del salón, cerquita del radiador, para luego seguir durmiendo hecha un ovillo y hacer como que no existo.
Ahora intenta ni cruzarse conmigo.
Y es que no puedo decirle nada. La pobre. Se que he abusado... Tengo que dejar que ella venga a mi. Solica. Que le apetezca estar conmigo, volver a ser mi musa, mi inspiración.
Pero vamos que lo de esta mañana me ha dejado tocada para todo el día. Me ha dejado una carta en la mesilla de noche. Mientras hacía el primer pis del día, con temor, la he abierto y la he leído. Se la lee herida... que si se siente utilizada, que debería valorarla más, que necesita tomar distancia, bla bla... ¿Me ha dejado? ay, dios mío... no me puede dejar!! ahora no!!
A ver si esta noche me curro una cenita romántica y la pido perdón como es debido...
Baby, come back!! Prometo cambiar... I promise U...
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