jueves, noviembre 25

Decálogo de mi torpeza


Vamos a llamarlo, torpeza. Por qué no. No vayamos a ensañarnos. Es que si empiezo no acabo. Sí, soy torpe. Muy torpe. Me tropiezo. Me caigo. Me levanto. Y vuelvo a caerme. Las cosas que llevo, se me caen, se rompen, las derramo, y así hasta más de dos docenas de verbos que se me ocurren just now.

Mi madre me pide glamour, y yo la contesto con penica: "Madre, la vida me ha hecho asín" y contra natura es mejor no navegar. Y ni pienso. Quien está conmigo a estas alturas de la película está claro que me quiere con todo el pack que soy en "mi-misma" de mi "mismidad".

Cuántas veces me habré pisado los cordones desabrochados de mis botas (aquí digamos que la torpeza es una consecuencia de la dejadez o de la pereza)

Cuántas me he frotado los ojos y me he dejado el rimmel como un Miró en mi cara (consecuencia de mi poca o nada costumbre de maquillarme)

Cuántas me habré derramado el aceitaco de la lata de atún sobre la falda (y digo "la" y no "una" por que, cosas del destino o el puro azar, siempre era sobre la misma... la llamaba la falda-delantal);

Cuántas se me ha caído la ceniza de un piti en el escote o copas en mi bolso (sí, copas, cubatas... vamos a visualizar el tema: yo llevo en la mano izquierda el bolso, en la otra (donde llevo el reloj) una copa. A la pregunta ¿qué hora es? giro peligrosamente (pero con alevosía y nocturnidad por que no me cosco hasta q el mal esta hecho) la copa para ver la esfera del reloj, y zasss!! mi bolso, q casi nunca tiene la cremallera, o está cerrado, se inunda de brugalcola...);

Cuántas veces le he dado un patadón al cubo/caja de palomitas sin querer (que lo dejas a mitad de la peli por que sientes q te falta el aire y te sobra la sal) y lo has desparramado bien por el suelo (aqui elijo la cara de Steve Urkel de "He sido yoooo??");

Cuántas veces me he quedado pegada con superglue al objeto que quería pegar :(

Cuántas me he jodido el esmalte de uñas nada más ponerlo haciendo el imbécil.

Cuántas veces he entrado al coche y me he dado piñazos con la puerta. Que me digo, maemía, chiquilla, si todos los días coges el coche, ¿no deberías tener pillada la medida? po no...

Cuántas copas y ceniceros he roto sin querer a mi excompi de piso, la virgen, la pobre q paciencia...

Cuantas veces he perdido las lentillas en la procesión del pueblo, entre la tierra y el polvo del camino y el gentío (eso sí, siempre encontradas y con las agallas y la miopía suficientes como para calzármelas one more time!! con un par... bendita adolescencia)

Cuántas veces me ha cagado un pájaro... vale q esto es azaroso, q no depende de uno... o sí...

.. Y así seguiría hasta el infinito!!

Donde haya un suelo húmedo, ahí estaré yo para jugar a Desafío Total 5 o a Operando, según sea la caída; donde haya un agujero, ahí estaré yo para caer de cabeza o para intentar saltarlo y caer con la rabadilla; donde haya algo delicado y sensible, ahí estaré yo para saber que mis manos están vetadas, que aunque me proponga que esta vez no, que cambiaré, la cabra tira al monte, y que estas manazas que la naturaleza y la genética me han dado (y fíjate lo bien q se me daba de peque la clase de manualidades...) lo acabarán aniquilando...

Soy torpe, fale, pero soy asín, quelevamodehacel ;P

martes, noviembre 23

Tetris



Cada mañana, al despertar, me siento una pieza del Tetris, con sus vértices, sus aristas, sus cosicas. Y su dolor. Por que tener un cuello a picos duele. Que te pisen con un tacón de aguja es jodido, pero se pasa. Pero cuando un día tras otro tu cuello va mutando hacia el de Pozi, es una historia; un tema que me tiene muy pero que muy preocupada.

Es posible que sea la mierda de colchón que tenemos lo que acentúa mis molestias. Cierto. Es posible también que pasarme tanto tanto tiempo frente al ordenador y más si cabe cuando dibujo, me arquee tanto la espalda que ríete tu de los arcos del Acueducto de Segovia. Es posible que mis posiciones en el sofá cada noche no sean de lo más correcto: despatarrarme para mi es sinónimo de bienestar, de holgura y de relax absoluto; para mi espalda, de infierno. Cierto. También es posible que me cuide poco o nada. Por poder, también puede ser. Es posible que debería volver a nadar, para sentirme fina y segura con la protochepa que pronto desarrollaré de seguir así. Cierto.

Para colmo estoy incubando un exquisito catarro. Y digo "exquisito" por que es un señorito, un finolis. No tiene los cojones de decir, "ea, aqui toy! Toma mocos, jooodeteeee". No. Es un algo que tengo dentro que se abandona a irse, pero tampoco hace mucho ruido. Yo le atiborro a ibuprofeno y paracetamol y el muy hijo de puta se ríe de mí. Activa raciones de mocos cuando le da la gana, y otro tanto me lanza escozores de garganta como si tragara chinchetas. Ahora estamos en la fase dolor de cabeza intensa. Creo que me va a estallar el cerebelo. Mierda, ha activado el modo "osea"...

Entre mi cuerpo Tetris y mi mente Pijus Magníficus no doy más de mi misma... snif